viernes, 29 de abril de 2011

CARACTERICE LA ECONOMIA ISLAMICA Y SU IMPLICACION EN LOS NEGOCIOS

En los últimos tiempos la comunidad empresarial está siguiendo con interés el nuevo y sorprendente fenómeno de la economía islámica.
Los círculos empresariales y, en primer lugar, las entidades financieras de los países islámicos experimentan un crecimiento no sólo en los mercados orientales, sino también en el europeo y el estadounidense. Los partidarios de la economía islámica explican estos avances por la flexibilidad y el carácter innovador de la banca islámica, sin olvidar el hecho de que sus bancos se hayan demostrado ser totalmente inmunes a la crisis económica global.
Los mercados más grandes para las finanzas islámicas son Arabia Saudita y Malasia. Muchos bancos europeos y estadounidenses optan por abrir sucursales “islámicas” no sólo en los países árabes, sino también en Europa y Estados Unidos.
Para entender las razones de semejante éxito no estaría demás aclarar los conceptos de “economía islámica”       y de “finanzas islámicas”. Se denomina “islámica” a aquella economía que sigue las normas de la sharía. Según precisó el Presidente del Comité Islámico de Rusia, Gueydar Dzhemal, “el principio fundamental es la prohibición de jugar con el tiempo”. Lo cual parece responder a la lógica de evitar cualquier previsión hacia el futuro, ya que entraría en contradicción con el postulado de que “todo se somete a la voluntad de Alá”. Se renuncia así, por ejemplo, a los contratos de futuros.
Otra característica importante que está directamente relacionada con las finanzas, es la prohibición de cobrar intereses. Es por ello por lo que los bancos, que se posicionan como islámicos, conceden préstamos sin intereses.
Los bancos islámicos ofrecen también créditos al consumo, por supuesto, también sin intereses. Estos créditos se conocen como murabaha y funcionan del siguiente modo: supongamos que un cliente necesita comprar un frigorífico por mil rublos y acude a un banco, porque no dispone de dinero en efectivo. Los bancos habituales le prestarán la suma solicitada y le cobrarán, por ejemplo, el 10% en concepto de intereses. Al vencimiento, por ejemplo, al cabo de un año, deberá devolver al banco 1.100 rublos.
Es posible que las instituciones crediticias islámicas sean capaces de funcionar efectivamente de un modo muy flexible. Sin embargo, muchos expertos señalan el hecho de que la ausencia en su arsenal de productos como los futuros o los fondos de alto riesgo (hedge funds) haga difícil que puedan competir con la banca clásica.
Esto podría explicar que incluso en los países como Arabia Saudita, donde rige la sharía, la llamada economía islámica es relativamente pequeña. En Brunéi, donde las instituciones financieras islámicas son las más importantes, no representan más del 40% del mercado.

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